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Hay momentos en los que crees que eres feliz, bailas, cantas y sobre todo COMES pensando que tus preocupaciones de engordar eran tonterías, que no estas tan gordas como crees que tal vez solamente eran imaginaciones tuyas, y así pasan los días y los meses, y a veces intentas comer menos pero solamente por que el otro día te zampastes como unas 3000 kcal y tu estómago no puede aguantar más.

Pero como el tiempo te das cuenta de que lo estas haciendo otra vez mal todo,y le coges miedo a la báscula,  si, ese apartado mortal que condenará a muerte cuando te subas a el y sigues comiendo como antes, mucho y mal, pero no te pesas le tienes más miedo que repetir un curso entero, hasta que un día te miras por primera vez en el espejo después de muchos tiempo y no puedes creer lo que ves, todo lo que habías luchado por conseguir ahora esta tapado por una capa de grasa que te dice "hola" al más puro estilo Chuky, como si lo que fieras estuviera a punto de crearte un ataque al corazón, y no lo niego si hubiera tenido el corazón flojo me lo hubiera dado, y vas corriendo a la báscula a pesarte, porque crees que tus ojos te están engañando, pero no, el número de la báscula ha subido 4 kilos, 4 kilos que tardaste 4 meses en perder, 4 kilos menos que te permitían ponerte los pantalones que tanto te gustaban. Y después de ver eso te odias, ¿¡como has podido ser tan estúpida de dejar de luchar por lo que tanto querías?! y te cortas, porque quieres dejar de llorar porque te mereces sufrir y tal vez porque leíste en un blog que si diriges el dolor a esa parte el metabolismo va más rápido y las kcal se van más rápido y tu has comido demasiadas por lo que tienes que hacerlo muchas veces.

Y estás otra vez en el mismo camino que dejaste meses atrás con más quilos que como empezaste con Ana